Somos un grupo interdisciplinario dedicado al estudio de las interacciones entre rizobios y soja. Nuestra premisa es que, siendo el cultivo más extendido en Argentina, cualquier aporte a la agricultura sustentable en soja tendrá efectos benéficos en la conservación de grandes extensiones de suelo. La superficie cultivada con soja es de unos 20 millones de hectáreas, y siendo un cultivo con gran demanda de nitrógeno, podría transformarse en un potente expoliador de la fertilidad nitrogenada del suelo de no ser por su capacidad de fijar N₂ atmosférico en asociación con rizobios.

Para posibilitar la fijación simbiótica de N₂ se recurre a la aplicación de inoculantes que contienen rizobios de alta calidad, los cuales deben interactuar con la raíz de soja a fin de producir la infección de la misma. La optimización de esta interacción debe considerar diversos factores del suelo, entre ellos su textura, estructura, contenido hídrico, pH y microbiota, dentro de la cual se destacan los rizobios de la población naturalizada del suelo, capaces de competir con los inoculados por los sitios de infección en la raíz.

Para abordar esta problemática nos valemos de aportes de la Agronomía, Biotecnología, Bioquímica, Bioinformática, Biología Evolutiva y Física. Estos conocimientos se integran en estudios sobre la complejidad de las poblaciones microbianas del suelo, la movilidad de los rizobios, su metabolismo en distintas condiciones nutricionales y de estrés, las respuestas de la planta, y las metodologías de inoculación.

Otro de nuestros focos de atención es la formación continua de recursos humanos de alta calidad, tanto en grado como en postgrado. En este último aspecto, durante el período mencionado se han formado seis doctores y actualmente otros siete desarrollan sus tesis doctorales en el LIRyS.